En el tumultuoso mundo de los negocios, la intranquilidad es una constante que puede…
Reprimir las emociones en el trabajo.
Reprimir las emociones en el trabajo puede tener diversas consecuencias negativas tanto para el individuo como para el entorno laboral.
Suprimir constantemente las emociones puede generar estrés emocional, aunque creamos que es la mejor opción que tenemos.
Intentar que lo que me sucede no interfiera en mi trabajo, a veces tiene el efecto contrario, es un esfuerzo enorme para el cerebro y el cuerpo.
Y tenemos la creencia de pensar que «mientras no me afecte en el trabajo…..» pero ya te afecta, lo que haces es suprimirlo.
Vicente (nombre ficticio) es director de una empresa importante y se acababa de separar de su mujer cuando comenzó el programa de liderazgo transformacional.
«Estaba motivado y centrado en el trabajo.» Una parte de su mente estaba enfocada y resolutiva, pero la otra parte estaba perdida, en shock y sin asimilar la separación.
Y las emociones oscilaban entre las dos partes.
Hasta la hora de comer dirigía la parte mental concentrada y eficiente, pero a partir de las 16h empezaba la angustia.
La mente proyectaba a su hijo saliendo del colegio, yendo al parque y volviendo a su nueva casa. La separación no estaba siendo nada fácil y su mente le proyectaba conversaciones con su ex-mujer, dolorosas y agotadoras, también imaginaba nuevos diálogos para llegar a un acuerdo…
Todo ello mientras seguía trabajando, en reuniones , supervisando a los diferentes equipos….
No quería que se supiera nada de su situación personal y hacia todo lo posible para que no le afectara al trabajo pero estaba más impaciente, irascible, distraído y desconectado a nivel emocional de su entorno…bastante tenía por dentro…
Se sentía agotado al acabar la jornada.
Por no hablar de los síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos, fatiga y otros malestares.
Vicente aprendió a fomentar su inteligencia emocional, encontró un equilibrio emocional saludable, desarrolló capacidades para afrontar y asumir problemas personales de manera sana.
Ajustar su flexibilidad emocional le permitió adaptarse a su nueva circunstancia y encontrar soluciones alternativas.
Y lo mejor de todo es que el impacto en su equipo ha sido exponencial, su crecimiento personal a contribuido al crecimiento de los equipos a su cargo.
Al combinar la transformación con la empatía, un líder puede inspirar un cambio mientras cultiva un ambiente de trabajo que valora y respeta a las personas.
Este enfoque contribuye a la motivación, la colaboración efectiva y el bienestar general en el lugar de trabajo.
Somos seres sintientes, emocionales y capacitarnos cómo líderes, como individuos es una aportación de gran valor a nuestros equipos.